Pensar o sentir...

Cuando te digo que escuches a tu corazón, no te pido que no pienses … sólo te pido que te dejes llevar por ese impulso que “sientes” … las cosas que “sabes”, aunque eres consciente también que nos has aprendido sobre ellas de manera lógica … jaja … te estoy pidiendo que escuches a la “locura” que se aloja en tu corazón.

Cuando sentimos, estamos pulsando el centro de nuestro corazón, nuestra intuición, esa conexión con el cosmos.

¿Cuántas veces han estado en conflicto lo que pensabas con lo que instintivamente sentías? Lo que transformó mi vida más que ninguna otra cosa fue el momento en que decidí seguir mi intuición cada vez que no concordaba con mi intelecto.

Cada vez que he hecho esto, mi intuición resultó ser la correcta. Algunas veces puede ser desafiante y doloroso porque tu intuición, que está desatada de la necesidad de seguir las ‘normas’, generalmente destaca de entre lo convencional.

Pero siempre te conducirá a hacer lo que es mejor para ti y tu eterno viaje de evolución a través de la experiencia.

No seas como la mayoría de todos los demás que, cuando instintivamente sienten que deben hacer algo, la mente parlanchina comienza a hacer la lista de todos los motivos por los que no debería hacerlo. “No puedes hacer eso, ¿qué dirán los vecinos, o tu familia, o la gente en el trabajo, o los amigos en el café?”... “No puedes hacer eso, tienes una hipoteca, el automóvil, la familia, y las pólizas de seguro de vida que debes pagar.”... “No puedes, no puedes, no puedes”.

Pero tú puedes, tú puedes, TÚ PUEDES. No hay nada de malo con el intelecto. Te mantiene con los pies en la tierra, almacena y procesa la información de este mundo, y juega una parte importante. Sólo cuando se convierte en la fuerza controladora y la única que toma decisiones es que nos encontramos en la prisión de la mente.

No trabajes para tu mente, haz que tu mente trabaje para ti.

Así que lo que piensas de la información no es lo que importa, es lo que tú sientes sobre ella.

Porque ese sentimiento … te impulsará a hacer algo … sin importar qué sea … ¡escucha a tu corazón y hazlo!