martes, febrero 5

El agua...


Mundo de Agua..... y una Pena y una Tristeza Profundas.... Hora de Nuevos Comienzos : Bien, para muchos de nosotros esta ha sido una semana de aquellas. ¡Desde luego, los viejos modelos de pensamiento y de comportamiento están viniendo a nosotros para que los sanemos y liberemos de una vez!
A medida que vamos trayendo los Códigos de la Nueva Energía Masculina, nos encontramos con que todas las ilusiones o traumas que estaban profundamente arraigados en nuestros cuerpos y nuestras almas están saliendo a la luz para su limpieza y liberación final.

Está bien.... Siento la inquietud y la ira que están ahí afuera. Son muchas las personas que escriben contando cosas como las siguientes: "Si yo he cumplido con mi trabajo, ¿por qué estoy todavía en tan mala situación?", o "¿cuánto tiempo me queda para ser feliz?", o "¿qué hice mal?".
Bien, la respuesta es que es posible que esto no tenga tanto que ver con nosotros como personas individuales, que no sea algo que podamos relacionar con nuestras vidas a nivel individual. Somos un Colectivo y, como tal, es posible que también tengamos traumas planetarios colectivos que liberar.

Todo está relacionado con el Agua.... como me dice el Arcángel Miguel.... y con el trabajo que estamos haciendo para limpiar y "reprogramar" el agua de nuestro planeta. Como ya demostró el Dr. Emoto, el agua transmite emociones y sentimientos a larga distancia. Posee una inteligencia comunicativa. Tiene memoria. Puede contener patrones tanto de trauma como de esplendor, dependiendo de la conciencia de aquellos con quienes se conecte.
Nuestros cuerpos son agua en un ochenta por ciento. Los sentimientos y las emociones surgen a través de la conciencia del agua y son transmitidos por todo el planeta a través del agua que hay en nuestros cuerpos. Por lo tanto, a veces recibimos sentimientos de los que no podemos dar razón. Repentinamente, nos sentimos tristes, deprimidos, incómodos o enojados. Estamos recibiendo un "mensaje del agua" procedente del flujo de la Conciencia Colectiva.

El Arcángel Miguel dice que hace muchos milenios existió un mundo prístino y radiante con unos continentes llamados Atlántida y Lemuria. Era un "primer" mundo en el que los ángeles en forma humana experimentaron por primera vez con la idea de crear el cielo en la densa dimensión de la manifestación física que era el Planeta Tierra. Para conseguirlo, era necesario que equilibrasen el Agua con el Fuego y la densidad con la luz. Y aquello salió bien, y la vida en la Tierra fue dichosa y feliz.

Pero tiempo después, los responsables de "mantener" el equilibrio energético, llamémoslos "sacerdotes" y "sacerdotisas", se volvieron demasiado "pesados" y perdieron ese equilibrio y la habilidad de mantenerlo. Fueron incapaces de sostener el equilibrio entre el Fuego (el Espíritu) y el Agua (la Conciencia Colectiva). Y así, el Merkaba Planetario vio desequilibrado su giro y la Tierra se rompió. Los continentes de la Atlántida y Lemuria se perdieron bajo las aguas. No fue "culpa" de nadie, fue una cuestión de inexperiencia de los que trabajaban con las energías. Pero el Colectivo Humano quedó tan traumatizado por aquel desastre que empezaron a culparse y a sentirse indignos y deprimidos, y empezaron a inventar historias sobre pecados, cóleras y castigos para explicarse por qué se sentían tan mal consigo mismos. Y se alejaron de la Fuente Divina, sintiéndose separados, solos y perdidos.

Y la memoria de ese trauma quedó impresa en las aguas del planeta, codificada en las matrices acuáticas de su cuerpo físico. Y, como esa herida nunca quedó sanada en la mente planetaria, sigue fluyendo a través de la Conciencia Colectiva en lo que constituye una marea de dolor y tristeza. Pero como el Brillo de la Luz de la Fuente está aumentando, a medida que la Conciencia y la Consciencia vuelven a elevarse hacia la aceptación de la Divinidad Humana, las viejas heridas se hacen más obvias y evidentes.

Por lo tanto, aunque estemos entrando en un ciclo nuevo de Creatividad y de Alegría, el agua nos recuerda que todavía nos queda por liberar esa pérdida y esa tristeza tan profundas. Hay sentimientos de falta de autoestima, pérdida, miedo e ira que brotan de la Conciencia Colectiva y buscan tener una proyección en nuestras vidas a fin de que puedan sanar. Durante milenios el colectivo ha seguido creando y recreando desde ese nivel del trauma y el desastre. Es hora de finalizar el ciclo traumático limpiando su fuente, que está en nuestro interior.

Por eso le pregunté al Arcángel Miguel... ¿cómo se reprograma el agua a nivel colectivo? Bien, aquí es donde el Poder Personal se convierte en una necesidad. Cada uno de nosotros tiene que sostener en su propio Ser la Claridad, la Paz y el Amor. Si somos capaces de mantener esas cualidades propias del Amor Incondicional de la Fuente, liberando todos esos sentimientos de tristeza, depresión, pérdida, desastre e indignidad, podemos reprogramar el agua en nuestro propio ser, manteniendo así la impronta de la Super-irradiación o Superconciencia. De esta manera, esta nueva programación de Amor, este modelo sagrado y bello, se transmitirá a las aguas físicas, que representan el flujo de nuestra Conciencia Colectiva.
En verdad somos uno con el Planeta. En muchos sentidos, debido a nuestra propia "Unicidad" con todas las cosas, somos el Planeta. Sentimos lo que siente el Planeta. Nosotros, que también somos poderosos creadores, podemos "reprogramar" aquellas experiencias rechazando esa ilusión que es el trauma para permitir sólo el Amor. Cuanto más Amor y Alegría podamos transmitir a las Rejillas de las Aguas Planetarias, más le estaremos repitiendo al Planeta que el Colectivo Humano ha sanado las profundas heridas de la Atlántida y de Lemuria, y que ya está listo para ascender plenamente a la nueva realidad, en la que el Cielo vuelve a expresarse nuevamente en la Tierra.

Por lo tanto, asuman su Poder Personal como Fuerzas Creativas que son y sepan que pueden reprogramar los sentimientos y las emociones de sus cuerpos. Pueden convertirse en "Sacerdotes" o "Sacerdotisas del Agua": en los que sostengan las energías del Amor y de la Alegría para mantener al Colectivo Planetario en un Nivel Elevado de Consciencia, limpiando y reprogramando el agua para su "Super Irradiación", ese estado en el que el agua refleja y transmite Amor, Gratitud y Belleza.
Por esto, si sienten esas oleadas de tristeza, si sueñan con tsunamis o le temen a las inundaciones y a las subidas de nivel de las aguas, sepan que están ayudando a disipar y a despejar los antiguos ecos de un Trauma Colectivo, a fin de que el Cielo pueda manifestarse en la Tierra. Este nuevo Cielo en la Tierra será sostenido, a nivel energético, por los Ángeles Humanos recién evolucionados, que son quienes tienen el Poder, la Fuerza y la Alegría para crear el Cielo en la Tierra y mantenerlo en Paz y Amor. El momento es.... ¡Ahora!

Celia Fenn