Verdades...

Para mí es, de alguna manera vital, esta “verdad espiritual” sobre la que estamos divagando. Da paso a nuevas visiones y comprensiones de la vida.

Últimamente me inundan diversas comprensiones. Entre muchas otras cosas, me doy cuenta de que, por demasiado tiempo no he compartido con otros las verdades que alberga mi corazón, porque mi mente me decía que yo no tenía derecho a cargar a otros con “cosas sin importancia” … jaja … sí, cosas sin importancia como la vida eterna o la divinidad que somos en realidad ... jaja … sí cómo no (¡ahora sí estoy siendo irónica! … jaja)

Ya no quiero ser cómplice de ese silencio. ¡Y mi corazón se ha convertido en la brújula más maravillosa que conozco! Es mi corazón el que me dice que debo compartir lo que sé, mi conocimiento, mis sentimientos, aunque no se ajusten a lo “permitido por el statu quo de la sociedad”.

Las vibraciones semejantes atraen vibraciones semejantes y los campos de energía semejantes atraen campos de energía semejantes. Lo que pensamos de nosotros mismos es reflejado en las experiencias que atraemos.

Si estás a mi lado, y eres mi amigo … simplemente significa que nuestras vibraciones son semejantes y nos hemos atraído mutuamente.

¿Quién demonios soy yo entonces para decir que a fulanito no le interesan o no le van a servir mis aportaciones? Si no le sirvieran o no formaran parte de su aprendizaje (el mismo que él diseñó y creó para sí mismo de antemano) … no estaría a mi lado. O de últimas … es él quien tiene siempre el poder de decisión!! NO puedo decidir por él. ¡No tengo el derecho de hacerlo!!

Es por eso que no me callo nada contigo ... quien tenga oídos para escuchar ¡que escuche! … jaja … no, reconozco la maravilla que significa que nos haya tocado compartir esta parte del camino y que, tal vez, podemos ayudarnos a seguir evolucionando.

Deseo de todo corazón que así sea y que no tenga que pensar … ¿Qué manda o karma estará pagando esta persona que tiene que aguantarme??? … jaja