viernes, febrero 16

Compartir la experiencia...


A veces, nos dejamos guiar por nuestra mente parlanchina y criticona, en vez de escuchar a nuestro corazón.

Y decidimos que lo que tenemos que decir o hacer ... no es lo suficientemente importante como para que pudiera interesarle a alguien más. O que es demasiado “explosivo” para que ese alguien más pueda comprenderlo. O lo que sea.

Si escuchas a tu corazón ... te darás cuenta de que nada sucede por casualidad y que, si esa persona está a tu lado, es justamente porque debes decirle eso, en ese momento ¡deben compartir la misma experiencia! … jaja …