domingo, febrero 18

Mis amigos magos...


Somos tan dispares, provenimos de países diferentes, culturas distintas … aparentemente no tenemos ni un sólo punto acuerdo.

Sin embargo, nuestra unión se da mágicamente, con increíble cohesión.

Podríamos pensar que “algo” nos unió. Y sí, así fue, algo nos unió. Es que vivimos inmersos en un mar de energía y las vibraciones semejantes atraen vibraciones semejantes y los campos de energía semejantes atraen campos de energía semejantes. Lo que pensamos de nosotros mismos es reflejado en las experiencias que atraemos.

El primero en llegar fue Alejandro … iluminó mi vida con resplandores brillantes, me regresó mis sueños.

No debería ser así, pero su llegada me sorprendió. Y digo que no debería, porque yo sabía de él desde que tenía diez años, sólo que ya no lo esperaba.

Casi de su mano, llegó Fran … trayendo consigo más sueños volviéndose realidad, Irradiando amor con cada palabra.

Aunque fue la última en llegar a mí, Caro fue la que causó mayor revolución en mi vida. Mientras seguía flotando en ese mar de luz … ella me presionaba por respuestas, replanteos y … ¡más respuestas!!

Así, nuestros corazones continúan vibrando en la misma frecuencia … nos obsequiamos toda la magia que habita en nuestros corazones.

No son mis únicos "amigos magos" es sólo que ... esta canción de Alejandro Filio los vuelve realidad frente a mis ojos cada vez que la escucho:


Será que te conozco
y que esta vez nos espera desde entonces
que esa luz en tus ojos
pudo más que esta tierra y estos nombres.

Que seguimos errantes,
que estuvimos de paso en otra estrella,
que lo intentamos antes
y hoy me vuelve tu abrazo a la pelea.

Todo vendrá de tu boca
para la luz y la sombra.
Todo vendrá si recuerdas
la promesa de esta sociedad de luz.

Será que te conozco
y que no fue coincidencia nuestro encuentro
porque para tu voz
se ha escapado mi nombre del silencio.

Que quedamos de acuerdo
para buscar el sol a cada paso,
donde sólo el recuerdo,
donde sólo la noche o el ocaso.