domingo, noviembre 6

Las mujeres y yo ...

Las mujeres y yo … no embonamos, sencillamente no nos entendemos...

Siempre creí que, con quienes no podía entrelazarme era con las mujeres mexicanas, sí, ellas en general. Llegué aquí siendo muy joven, con una carrera de administración recién completada y me encontré moviéndome en círculos ejecutivos de “alto vuelo”, en los que invariablemente, sin excepción … era la única mujer!

Me lo explicaba diciéndome que el renombrado “machismo mexicano” evitaba que la mujer mexicana pudiera llegar a esos niveles y a mí me aceptaban, pues era extranjera! (otra “manía” de los mexicanos, adoran a los extranjeros). Y probablemente así fuera.

El caso es que me encontré con que mis mejores amigos eran hombres. Con ellos podía hablar el mismo idioma, !nos entendíamos a la perfección!. Y sus esposas, novias, hermanas, se convirtieron en “mis amigas”; con ellas no hablábamos la misma lengua, pero nos tolerábamos por breves momentos.

La cosa llegó a tal extremo que, recientemente me di cuenta de que nunca tuve una secretaria mujer! Mis “asistentes” fueron siempre hombres!

Bueno... en esta foto, estoy con mis amigas verdaderas, son argentinas. Soy la del extremo derecho.

Así, de izquierda a derecha son: Josefina, Liliana (mi adoradísima mejor amiga), Graciela, Chela, Sandra (y yo). La que falta (porque estaba tomando la foto) es Elena: mujer admirablemente inteligente y sencilla. ¡Jamás se complica por nada! Tiene tan clara la vida que, no sólo es un placer escucharla hablar, sino que es el mejor recurso con quien puedes contar cuando te encuentras en una disyuntiva.