Agobiado, probablemente por tu falta de entereza o demasiada mota, pierdes la brillante oportunidad de tu vida, de conocer la verdad, el amor. Claro, esa es mi opinión…
Las personas llegan a tu vida con una lección. no la que tú quieres aprender, sino la que necesitas. es importante reconocerlas, para aprenderlas y seguir adelante, no estancarte. Comprendo cuál fue tu misión en mi vida y te agradezco por ello.
Me cansé de compadecerme a mi misma, elijo luchar contra la adversidad (o cuando menos tolerarla), relacionarme con personas que no me compadezcan, no sientan lástima por mi, no me obliguen a compadecerme. La vida es como es.
Cuando acepté que estaba enamorada comencé a escribirte… sabiendo que nunca lo leerías comencé a desgranar una a una las perlas que me hiciste albergar en mi alma. Pero no estabas listo para conocerlas. Y todavía no sé si algún día lo estarás.
No has tenido… Un almuerzo de domingo con toda tu familia, un regalo de cumpleaños engalanado con un beso de tu madre, ni el regaño y procupación de tu madre tras tu primera noche de borrachera. Ella se fue demasiado pronto para que la disfrutaras. Como sucedió con la madre de tu hijo.
Inmovilizada, así me siento al no poder hablar contigo. Reencontrarnos después de tantos años ¿y no poder decirte siquiera “¡Feliz cumpleaños!”? Un poco injusto, ¿no?