lunes, enero 12

Intenso sol...


Al rayo del sol, desde mi balcón te veo atravesar la plaza hacia mi, acortando tu distancia a la mía. Tu figura me embelesa tanto! Mas de pronto, dos leves brillos me asustan. “Nuca quise esto para ti”, pienso cuando aparecen los puñales listos a clavarse en tu cuerpo. Y con el aire escapando de mi, soy testigo de cómo tu vida se esfuma ante mis ojos. Nunca quise eso para ti, pero fue mi culpa, la forma de mi padre de defender su propiedad.
Lo que me dolía no sólo era tu muerte, sino pasarme el resto de la vida sin tu protección…