viernes, marzo 10

Compartir tu espacio ...


¿Te ha pasado alguna vez darte cuenta de que eres capaz de “ponerte en los zapatos” de otra persona, de que compartes su espacio?

De hecho, aunque no te hayas dado cuenta, para poder lograr una muy buena comunicación con otra persona, has compartido su espacio, has sido capaz de “ser” esa persona.

Hay veces que yo lo hago de manera inconsciente. De pronto, estoy hablando con alguien, o pensando en esa persona y … siento “cosas raras”, sensaciones o sentimientos ajenos a mí. Hasta que caigo en cuenta que no soy yo la que está creando esas percepciones.

En cambio, en otras ocasiones, lo hago adrede, sobre todo cuando me cuesta comprender los motivos tras ciertas acciones o actitudes. Me planteo algo así como “¿Qué estará pasando por esa cabecita?”. Y realmente trato de ser esa persona, no sólo hacerme creer que la comprendo. Por un breve lapso de tiempo, me convierto en ella. Y generalmente logro vislumbrarla.

En algunas oportunidades, me encuentro con alguien cuyo espacio se siente tan bonito que, recordándolo, cierro los ojos y me convierto en esa persona, pudiendo percibir lo que ella siente en esos momentos.

Eso sí, te advierto que alguna que otra vez, las menos, me ha pasado sentir escalofríos cuando me pongo en los zapatos de determinado individuo. Dura tan sólo unos segundos, y se siente tan feo, que me retiro de inmediato. ¡Y jamás permito que me vuelva a suceder!

Pero esto de la vida y los seres que la comparten conmigo me resulta una maravillosa aventura … ¡es una delicia compartir tu espacio!