lunes, febrero 20

Riqueza


Cuenta una antigua alegoría Judía, que una vez un hombre muy rico fue a pedirle consejo a un rabino.

El rabino le tomó de la mano, lo acercó a la ventana y le dijo "mira".

El rico miró por la ventana a la calle. El rabino le preguntó

- ¿Qué ves?.

El hombre le respondió: "veo gente".

El rabino volvió a tomarlo de la mano y lo llevó ante un espejo y le dijo:

- Qué ves ahora?.

El rico le respondió:

- Ahora me veo yo.

El rabino le contestó:

- ¿Entiendes? En la ventana hay vidrio y en el espejo hay vidrio. Pero el vidrio del espejo tiene un poco de plata. Y cuando hay un poco de plata uno deja de ver gente y comienza a verse solo a sí mismo.