martes, marzo 13

Amor...


Siempre creí en la existencia de un amor cósmico, divino … tan intenso que pareciera mágico, tan increíble que fuera casi imposible.

Un amor que regenerara la energía de ambos componentes de la pareja, provocando la reactivación de su energía vital. Porque la energía sexual se puede considerar como una manifestación concreta de la energía vital total del ser humano.

De ese modo, la plenitud sexual es algo que se va desarrollando gradualmente, al volverte más consciente de la importancia que posee esta expresión de amor desde el punto de vista psicológico … te lleva a darte cuenta de que la sexualidad también genera gran apertura y receptividad psíquica y mental entre las dos personas que comparten esa experiencia.

Hasta podrías sorprenderte descubriendo que tu comunicación con tu compañero/a se potencia, haciendo que no sea raro que puedan transmitirse mensajes sutiles sin hacer uso de las palabras. Será frecuente que hagas algún comentario y tu pareja le diga "¡no te lo vas a creer pero ahora estaba pensando lo mismo!" ... jaja …

Este tipo de detalles te demostrará que la verdadera relación sexual es un fenómeno que se produce en diferentes niveles del ser humano: físico, psíquico y mental. Aún más … ¡se convierte en una vivencia espiritual increíble!

Podríamos decir que, cuando dos personas se unen con sinceridad y profundidad, se genera una comunicación entre dos fuerzas de voluntad y entre dos conciencias. El resultado no es una simple suma de 1 + 1, sino que se genera un factor multiplicador de los potenciales y capacidades de ambas personas.

Así, la sexualidad integral produce un verdadero empujón en la evolución de cada uno de los miembros de la pareja. Los acontecimientos que ambos viven son muy intensos y llenos de contenido, e incluso pueden percibir que tres meses de vida en común parecen medio año.

La verdadera sexualidad libera, mientras que la sexualidad pasional genera inseguridades, desestabiliza emocionalmente y crea frustraciones.

Ahora es cuando puedes realizar tanto una unión profunda con tu pareja como un desarrollo de sus actividades y características individuales. Es decir, la sexualidad elevada no supone un encadenamiento o pérdida de libertad de movimiento para las dos personas que se interrelacionan. Más bien, al contrario, cada uno gana en libertad ya que la voluntad se está desarrollando más y existe un mayor control sobre los acontecimientos.

Y si todo esto no fueran mis sueños … y realmente existiera … ¿no te parecería maravilloso???