sábado, agosto 19

Amar ...


Parte del propósito de la vida es aprender las lecciones que se nos plantean.

Hacer tuyo eso de manera vivencial, no sólo teóricamente.

Esas lecciones son individuales, no son la misma para todos.

Estoy empezando a comprender una GRAN lección que quiero compartir contigo.

¡Claro!! … es grande para mí, no necesariamente para alguien más. Para mí, es una de esas cosas que me replantea la vida, ¡echando por tierra todas las ideas fijas o preconcebidas que yo pudiera tener al respecto!!

Lo que quiero compartir es:

Tenemos que amar siempre. No hay riesgos en el amar. Y no debemos amar con expectativas, esperando algo de los otros. Ellos darán lo que puedan.

Esto es, en realidad, lo que ya te había mencionado de ser capaces de amar incondicionalmente.


Ese amor incondicional implica no esperar nada a cambio, no concebir cosa alguna de las personas a las que amas.

No juzgar ... ¿quién soy yo para juzgar a alguien más, y en base a mis propias reglas? ¿Quién me creo que soy para determinar lo que alguien más debe hacer o decir?

Implica también amar sin miedo, simplemente AMAR.

Ama, ama siempre. No tengas miedo al rechazo o al ridículo. Si amas de verdad, los sentimientos negativos no tienen cabida.

El AMAR es una energía que no se acaba con el uso, al contrario ... ¡se incrementa!

¿Por qué escatimarla?