No basta...
84 puede ser un número pequeño (si es todo el dinero que traes en el bolsillo) o un número grande (si son los años de una condena).
Pero los 84 que recuerdo hoy no fueron suficientes.
Fueron plenos, sí. Y vividos a toda máquina, dando lo mejor de ti a los demás, repartiendo siempre a manos llenas.
Pero a mí no me bastó … quería más … quería seguir disfrutando las historias de tu infancia, las interminables sobremesas que realizábamos juntas, las telenovelas que veíamos al acostarnos a dormir la siesta (como “La pecosa”) y aún hasta los regaños por regresar tarde a la casa.
Como me sucede con la gente que realmente amo … ni todo el tiempo del mundo es suficiente para compartirlo contigo.
¡Feliz cumpleaños, mamá … donde quiera que estés!!
Pero los 84 que recuerdo hoy no fueron suficientes.
Fueron plenos, sí. Y vividos a toda máquina, dando lo mejor de ti a los demás, repartiendo siempre a manos llenas.
Pero a mí no me bastó … quería más … quería seguir disfrutando las historias de tu infancia, las interminables sobremesas que realizábamos juntas, las telenovelas que veíamos al acostarnos a dormir la siesta (como “La pecosa”) y aún hasta los regaños por regresar tarde a la casa.
Como me sucede con la gente que realmente amo … ni todo el tiempo del mundo es suficiente para compartirlo contigo.
¡Feliz cumpleaños, mamá … donde quiera que estés!!
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