sábado, abril 15

Lo mejor de ti ...


¿Idealizo a las personas?

No lo creo, porque idealizar es elevar las cosas por encima de la realidad. No, no hago eso.

Lo que yo procuro hacer es descubrir en cada persona a mi alrededor las mejores de sus cualidades, las que la hacen especial para mí. Me centro en eso, sus habilidades. Me concentro en lo bueno, lo mejor que puedes ofrecerme tú.

Esto lo hago no solamente con las personas. También con las situaciones.

No puedo describirte con énfasis suficiente la rabia, casi ciega, que me da perder habilidades.

¡Las habilidades están ahí para ser obtenidas, no para perderlas!, ¿no?

¿Tienes idea de la desesperación que siento cuando, al despertar una mañana cualquiera, me doy cuenta de que se redujo sensiblemente el movimiento de mis piernas, o que mi equilibrio es más nefasto que el día anterior y me tengo que sujetar para no caerme?

Pero no me puedo ensimismar en lo malo … significaría morir un poco.

No, lo que hago es enfocar mi pasión a las cosas buenas que me pasan.

Cosas como que, si no fuera por esta “maldita enfermedad”, no estuviera tranquilamente disfrutando de la música de Gotan Project mientras hago lo que más me gusta: escribir.

O no estaría recibiendo la colaboración de alguien más, cuya existencia ignoraba hasta este momento, para complementar mi búsqueda.

O …

Lo mismo me sucede con mis amigos y seres queridos. No los idealizo, sólo procuro concentrarme en sus cualidades. No es que no vea sus defectos, sólo estimo que sus cualidades tienen mayor peso.

¡Y siempre me sorprenden! Haciendo que los ame todavía más, brindándome felicidad.

El detallista en extremo, casi insufriblemente meticuloso, me sorprende con un pequeño regalo relacionado a algo que le comenté hace muuuuuuuuchos meses … ¡que yo pensé ni siquiera había escuchado!

Un experto en su campo de acción, completamente ensimismado en sus actividades, me sorprende con una respuesta … ¡que devela años de misterio para mí!

Otro, en un día cualquiera … ¡me regala una estrella!

Y así podría pasarme … contándote las cosas maravillosas que suceden cuando …

No esperas nada, das lo mejor de ti y el flujo de regreso se da solito, solito … ¡poniendo al descubierto mundos maravillosos!