jueves, octubre 2

Mi bastón...


Uso bastón para caminar, tengo una enfermedad discapacitante.

Sé que el origen de toda enfermedad es mental, aunque se manifieste físicamente. Y sé también que las cosas suceden en tu vida para que aprendas lecciones. Una vez aprendido, aquello que te aqueja, desaparece.

Así, comprendí que el bastón llegó a mi porque debía aprender varias cosas, como aceptar la ayuda de los demás, vivir mi vida más lentamente, disfrutando cada momento. Pero como sigue conmigo, no desapareció, hoy me pregunté qué más debo aprender…

Y la respuesta llegó: debo comprender a los demás. A mi no se me juzga ni discrimina por el bastón. Mas… ¿cuántas veces juzgo a alguien más por el bastón que utiliza? Porque hay personas que no utilizan bastones metálicos como el mío, sino que se apoyan en otras personas para transitar por la vida… ¿qué derecho tengo yo a juzgarlos?... ¿En qué (o quién) te apoyas tú para caminar?