jueves, marzo 27

Te lo dije...


Te lo dije: no me fuerces a elegir entre ustedes, pues elegiré su felicidad.

No porque la tuya me importara menos. Reconozco tu habilidad y capacidad. Sabía que estarías bien.

Y sucedió, aunque no lo busqué. Perdí tu risa, tus consejos, las interminables horas de pláticas que nos echábamos.

De pronto está aquí, junto a mi. Esta soledad que me hace sentir tan incompleta, como sin sueños.

Y aunque te lo dije, me duele.

Haberte encontrado tras tanta búsqueda y ahora volver a perderte. Mirar tu silueta como desdibujada, tan ajena a mí, que ya no es la tuya...

Es la de él.