viernes, junio 15

Corazón...

A veces, me dan temor las bienvenidas.
Sobre todo las brillantes, luminosas.


Se que, inevitablemente, serán seguidas de una despedida.

Se ausentará un trozo de mi alma o, al menos
aparecerá una grieta que irá creciendo con el paso del tiempo.

Me sucede casi de manera continua cuando el filósofo se va para otros pagos.
Se tambien que me sucederá cuando deba separarme del gitanillo tras el abrazo.

No eperaba que sucediera contigo.
Pero pasó.
El extrañarte está aquí, junto a mi, en esta gris mañana de junio...