miércoles, enero 17

Ya he aprendido ...


Ya he aprendido a no revelarme con la vida. Ella tiene su manera de manifestarme que me está brindando lo que realmente quiero. Ya se acabaron mis días de desesperación por tener el control total de ella.

La vida resulta más sabia cuando simplemente la dejo hacer. Ya que mis sueños se alinean con la energía divina que todo lo inunda … fluyo con ella.

Así, en cualquier otro momento, si me encontrara sin trabajo, como hoy, que todavía no me llega ninguno de los proyectos que tengo alineados, me sentiría preocupada, ¡molesta por semejante contratiempo! … jaja … Pero no hoy. Nop.

Hoy me dije ... bueno, no tengo trabajo, ¿qué quiere el universo hoy de mí?

Intuía que debía hacer lo que hago cada vez que tengo un cachito de tiempo libre … ¡leer! … jaja … y que lo que iba a leer hoy me guiaría en mi búsqueda del amor cósmico, divino. Así que comencé a detallar en mi lista diaria de actividades … Terminar de leer “Osho: Tantra, espiritualidad y sexo”, Leer Barry Long: “Tantra, sexualidad sagrada”, Seguir con el libro de Icke.

Sí, ya sé que los título de los libros que estoy leyendo te pueden sonar como que tu amiga está atravesando una época de obsesión sexual … jaja … a mí así me hubiera sonado hace algunos días … jaja … pero ya no.

Creo que no puedo usar palabras para describir lo que comienzo a albergar en mi alma. ¡Tanto conocimiento nuevo está llegando a mi!!

Y, como de costumbre, cuando estas maravillas llegan a mi vida … ¡quiero compartirlas con mis amigos!! … jaja …

Es entonces cuando me importa un pepino interrumpir por unos minutos tu trabajo … jaja … Más te vale escucharme por un ratito, esto puede ser importante también en tu vida.

Es que, "casualmente" ... ¡me topé de bruces son lo que estoy buscando!! ... jaja ... el amor como soplo divino, energía que toooodo lo inunda!!

En un escrito de Barry Long, en el que él describe exactamente el proceso de la regeneración de energía que provoca ese “amor divino”.

Pero eso ... ¡mejor te lo cuento en otro post! ... jaja