miércoles, septiembre 13

Oscuridad ... profunda y eterna ...


El valor de los sueños reside en el que tú mismo les otorgas y el marco de referencia que utilizas para ellos, eso es lo que los convierte en sueño.

Aquello que quieres alcanzar, abrazar, hacer tuyo … tiene el valor del significado que les concedes y del marco de referencia.

Puedes tener un sueño muuuuuy especial, que lo es sólo para ti. Y eso sucede porque le has dado significado, tiene sentido para tí: tú ves en tu sueño cosas que nadie más puede apreciar. Lo colocas en un marco de referencia que tiene significado e importancia, probablemente sólo para ti. Y con esto das un soplo de vida a ese sueño … a cada uno de tus sueños.

Toma cualquier acción cotidiana, asígnale significado y ponlo en un marco de referencia y … voilá! Ahí está tu sueño.

Un viaje puede ser algo cotidiano. Pero asígnale significado … “quiero pasar unos días con mi novia”. Ponle un marco de referencia: “quiero que sea en el Caribe (o las Bahamas o Tahití) … y ya tienes un sueño por el que luchar.

Y no seas tan duro contigo mismo. No dejes de soñar. No hay nada malo con que asignes significados y marcos de referencia a tu antojo … eso es bueno. Sólo tienes que tener cuidado de ser un poco más selectivo, pero … ¡¡no dejes de soñar!!

Tus sueños son tu propiedad, nadie más puede tener un sueño igual al tuyo. Es tu responsabilidad convertirlo en realidad.

Puedes compartir tus sueños con otros. Eso contribuye a iluminar sus días. Entonces, tu responsabilidad se incrementa: debes hacerlo realidad para ti y los otros.

Las estrellas del cielo son similares a las luces que te mostré. Las estrellas son los sueños de las luces, pues tienen un significado y un marco de referencia especiales.

Sólo existen las luces y los sueños de las luces. Lo demás es oscuridad … profunda y eterna ...