viernes, septiembre 29

Ausencia ...


El tranquilo aire de la mañana entra por la ventana de la cocina. Lo siento golpear mi cara mientras pongo la pava al fuego, el individual sobre la mesa, junto con la taza, el saquito de té y un platito con galletas.

Me distrae el trino de un pájaro, probablemente alabando la soleada mañana.

El pitido me avisa que el agua ya está lista. La sirvo. Te llamo ...

Debes estar distraído con el canto de los pájaros o tú mismo te has salido a perseguir el sol de la maña … no contestas …