lunes, septiembre 7


Tus ojos verdes brillan cuando me miras,
tus arrumacos me hacen temblar de emoción.
El contraste de tu cabello negro y brillante
con tus rasgos mortecinos es maravilloso.
Cuando entras a mi cuarto
tus ágiles movimientos denotan sorpresa ante el hallazgo.
Tan dulce eres al prestarte a mi caricia.