viernes, diciembre 1

La luz de sus palabras ...


Tus mensajes continúan llegando.

Otra voz, otros modos son sus portadores, pero tus palabras de luz, emitidas por la luz de sus palabras, me llegan profundo, me hacen comprender.

Me hablas de que le de de nuevo sentido a la magia de existir, despertándome a recuperar el impulso, el propósito que durante tanto tiempo me guió.

Me deseas que sea tan feliz, que me llegue a doler, me recomiendas que aprenda a volar, que empiece de cero y ya. Es urgente que cambie de actitud.

Me invitas a correr riesgos, a asumir la vida con sensaciones prohibidas y un poquito que perder.

“No le des tantas vueltas, que ese tren no va a volver … y lo más importante … no pierdas el filo, no apagues tu luz”.